El rapero Sik-K, cuyo nombre real es Kwon Min-sik, ha sido identificado como el rapero de 30 años que se presentó voluntariamente a la policía por consumo de drogas el pasado enero.
Según un informe de Ten Asia, que confirmó los detalles con fuentes policiales, la confesión de Sik-K supuso un raro caso de autodenuncia entre famosos, lo que despertó inicialmente una gran curiosidad sobre la identidad del artista implicado.
Al parecer, en el momento de su entrega, Sik-K estaba desorientado y preguntó: «¿Es esta la comisaría?», lo que hizo que fuera trasladado a una comisaría local para que le tomaran medidas de protección. Las investigaciones posteriores y el análisis forense detallado realizado por el Servicio Nacional Forense confirmaron una reacción positiva por cannabis. En consecuencia, Sik-K fue enviado a la Fiscalía del Distrito Oeste de Seúl con una recomendación de acusación por infracción de la Ley de Control de Estupefacientes, aunque no fue detenido.
Sik-K había estado activo en la escena musical hasta hace poco, publicando un nuevo álbum en febrero y estando programado para actuar en el «Hip Hop Playa Festival» el 4 de mayo. A pesar de figurar en el cartel promocional, su participación podría dar lugar a controversia, dados los cargos que pesan sobre él.
Su representante legal explicó que Sik-K se había entregado por posesión y consumo de cannabis, y aclaró que su estado de desorientación se debía a la falta de sueño tras recibir el alta hospitalaria, y no al consumo inmediato de drogas antes de su visita a la policía. La situación sigue evolucionando a medida que se desarrolla el proceso judicial y la industria musical y los fans reaccionan a la noticia de los problemas legales de Sik-K.
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